Grupo Layna continúa con su apuesta por los biocombustibles de 2ª generación, una alternativa cada vez más real

Desde hace años Grupo Layna invierte y trabaja en diferentes líneas de investigación y desarrollo en torno a los residuos a lo largo de todo su ciclo. Uno de sus proyectos de I+D+i está directamente ligado con la generación de biocombustibles de segunda generación a partir de los residuos, en la línea que ahora están marcando las nuevas Directrices de la Unión Europea en materia medioambiental y de economía circular.

Básicamente, los biocombustibles de segunda generación son el resultado de aprovechar los residuos que no se pueden reciclar. En vez de acabar en el vertedero, “transformamos esta basura, la valorizamos y damos una segunda vida”, explican desde el departamento de I+D+i.  Esta transformación de sólido a líquido se convierte en un combustible alternativo mucho menos contaminante que el fósil y además introduce los residuos en el ciclo de la economía circular.

Planta de biocombustibles de Grupo Layna.

Desde siempre una de las máximas de Grupo Layna ha sido “verter cero residuos a vertedero”, y con este proyecto en el que se lleva trabajando desde hace años, cada vez es más real. De hecho, los biocombustibles de segunda generación serán los únicos permitidos en la Unión Europea a partir de la próxima década, tal y como explica Santiago Verda, presidente de AFABIOR, en una entrevista a EFEverde.

AFABIOR es la Asociación Nacional de Fabricantes de Biocombustibles y Combustibles Renovables, y entre sus miembros se encuentra Grupo Layna. La apuesta de este organismo y sus integrantes es utilizar “la fracción de la basura que no se recicla para generar combustible menos contaminante”, tal y como se recoge en una reciente publicación de la revista Residuos Profesional.

Biocombustibles, alternativa de futuro

El aprovechamiento de este Combustible Sólido Recuperado (CSR) –la parte que no se recicla ni se composta-, supone alrededor de un 30% del total, y actualmente suele acabar (90%) directamente en los vertederos.

De ahí la importancia de apostar por una tecnología “pionera en España”, según describe el presidente de la Asociación, para tratarlo y obtener de él “un líquido que utilizamos como carburante”.

“En Grupo Layna llevamos varios años investigando en este sentido, de alguna manera nos hemos adelantado a las directrices que ahora están marcando en Europa y que desde luego supone un gran avance a nivel medioambiental y en el impulso de la economía circular”, apuntan desde la dirección de I+D+i de la empresa.

Tanto es así, que según las medidas de economía circular aprobadas por la Eurocámara en el mes de diciembre, los Estados tendrán que “valorizar al menos el 50% de sus residuos municipales en 2020”. Una cifra que queda lejos para España, pero a la que podrá acercarse gracias a la revalorización de los residuos urbanos.

Una apuesta continua por la investigación y el desarrollo

Al margen de este proyecto, Grupo Layna mantiene abiertas otras líneas de trabajo. Muy pronto se darán a conocer noticias de uno de ellos, tras conseguir obtener los resultados que se esperaban tras meses de experimentación e investigación.

Grupo Layna es mucho más que reciclaje y gestión de residuos, es también innovación e investigación para mejorar el medio ambiente y la calidad de vida de la sociedad.

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