Reciclaje de madera, una segunda vida para palets, restos de poda o muebles viejos
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noviembre 25, 2015700 años. Mucho tiempo, ¿verdad? Es el que tarda el plástico en degradarse, un material que hoy en día nos encontramos en todas partes: utensilios, envases, juguetes, bolsas… Es el material omnipresente y el que llena los contenedores amarillos. Los hay de muchos tipos, pero en general todos se obtienen del petróleo, una fuente de energía escasa y no renovable. Motivos más que suficientes para que sea tan importante reciclarlo y tratarlo en plantas de gestión como Grupo Layna, donde se cumplen las normativas medioambientales, lo revalorizamos y damos una nueva vida.
Empecemos por el principio. ¿Qué es el plástico? Químicamente son polímeros –la mayoría sintéticos-, que por sus propiedades tienen un montón de usos. Existe una gran cantidad de tipos: PVC, PET, poliestireno, polipropileno, metacrilato, policarbonato, etc.
Sus propiedades positivas las disfrutamos todos los días. Por ejemplo, son muy ligeros, moldeables, muy resistentes y en general extremadamente versátiles. Igual nos encontramos plástico en un envase alimenticio que en una pieza de una máquina industrial.
Precisamente estas cualidades son las que han hecho que la sociedad sea ‘dependiente’ del plástico, olvidando que también es un material contaminante y que tarda 700 años en degradarse, causando estragos en la naturaleza.
La cantidad de residuos plásticos que llegan a la planta de Grupo Layna es enorme. Toneladas y toneladas que separamos del resto de residuos en una primera fase de ‘bienvenida’. Más tarde se clasifican según los diferentes tipos de plástico existentes. Después de un proceso de tratamiento –triturado y lavado-, se revaloriza y se gestiona de un modo u otro otorgándole una segunda vida útil.
¿Cuáles son los beneficios de reciclar el plástico?
Dadas las cantidades ingentes de plástico que manejamos cada día, la colaboración ciudadana es clave. De hecho, en torno al 80% de los residuos plásticos proceden de los hogares. Eso sí, España es el segundo país en reciclado por habitante de la Unión Europea, solo por detrás de Alemania. Por eso es importantísimo concienciar de la necesidad de desechar el plástico en los contenedores amarillos, específicos para este material.
A continuación exponemos algunos de los beneficios directos del reciclaje de plástico:
- En primer lugar, cuidamos el medio ambiente. El plástico tarda cientos de años en degradarse, la naturaleza no se lo merece. Reciclando plástico contribuimos a mantener un planeta más sostenible.
- Cuidamos a los animales. Cada vez son más frecuentes las muertes y deformaciones en animales (especialmente peces y aves) por la ingesta habitual de los plásticos que surcan los mares.
- El plástico reciclado tiene un montón de aplicaciones en su segunda vida: fabricación de columpios, bolígrafos, ordenadores, perchas… un montón de objetos cotidianos fabricados con plástico ‘de segunda mano’ (algunos ni siquiera nos lo podríamos imaginar).
- Madera plástica. Gran cantidad del mobiliario urbano que encontramos por las calles está hecho con plástico reciclado, mucho más resistente a los agentes externos que la madera convencional.
- Reciclarlos reduce el volumen de los vertederos, eso sí no hay que olvidar separarlos correctamente.
- Al final de su vida pueden ser utilizados como combustible, por lo tanto siempre hay una aplicación útil para ellos.
- Reciclando plástico también se ahorra agua, ya que en este proceso se utiliza menos agua que en su producción primaria.
- Su proceso de reciclaje genera puestos de trabajo y beneficios económicos.
Son solo algunos de los beneficios medioambientales que se obtienen del reciclaje del plástico. Aunque es un material que genera opiniones encontradas en algunas ocasiones, son innegables ventajas como su versatilidad y su resistencia. Por eso, desde Grupo Layna cada día trabajamos para optimizar su proceso de reciclaje y obtener de cada envase o residuo de plástico que llega a nuestra planta una nueva materia prima, una segunda vida para este material de las ‘mil y una’ vidas.
FUENTE: Grupo Layna